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Un antes y un después en los Equipos de Protección Individual tras la COVID-19
14 de marzo de 2020. El Gobierno declara el Estado de Alarma en todo el territorio español para afrontar la situación de emergencia sanitaria provocada por el COVID-19.
La llegada de la pandemia ha supuesto un cambio a nivel global tanto en las relaciones personales como en el aumento de las medidas de seguridad tomadas en los entornos de trabajo. El fin de ambas es garantizar, en la medida de lo posible, la salud de todos.
Entre las diferentes precauciones que se han aplicado han sido las medidas higiénicas. Las más importantes y mejor consideradas por la población en general. Todo ello ha llevado a tener más en cuenta los Equipos de Protección Individual (EPI). Hasta esta fecha eran más propios de algunos campos de trabajo y/o sectores como el sanitario; actualmente son elementos que conviven con nosotros en el día a día.
Pese a que se le da mucha importancia al distanciamiento social o al uso de mascarillas, no debemos olvidar como empresa la gran labor de prevención que el uso correcto del vestuario en el entorno laboral es una medida de protección clave para prevenir accidentes laborales o el contacto con cualquier tipo de virus sea COVID-19 o no.
Equipos de Protección Individual en el sector sanitario
No cabe duda de la importancia que requiere un completo equipo de protección en el sector sanitario. Estos trabajadores están constantemente expuestos al virus, sacrificando su seguridad y salud por salvar la de los demás. La pandemia producida por la COVID-19 que estamos sufriendo en España y en el mundo ha aumentado su importancia, especialmente en lo relativo a los equipos de protección respiratoria y al vestuario de los sanitarios.
Los EPI o Equipos de Protección Individual son fundamentales para proteger a los trabajadores. Unos de los factores clave es escoger el diseño y la talla más adecuada para el trabajador y para la actividad que desempeñe. Entre otras cosas, se componen de ropa de protección, guantes, protección ocular y protección respiratoria.
Estos equipamientos en un asunto de salud pública, son la única forma de frenar el avance del temible virus en empresas e instituciones sanitarias.
Resto de sectores
Son muchas las personas que trabajan cara al público, desde farmacéuticos, personal de supermercado o de limpieza como hosteleros, dependientes y personal de construcción entre muchos otros. El estar tan expuestos al virus les ha obligado a cambiar su vestuario tanto para su propio beneficio como para el de su entorno.
Es recomendable seguir una serie de requisitos en este tema para garantizar una completa seguridad.
El primer requisito quizá suena algo obvio, pero que los uniformes sean de calidad es fundamental. La resistencia a lavados a altas temperaturas en esta época es importante para la desinfección y su uso posterior. Además, no sería de suficiente seguridad un buen uniforme sin sus complementos de protección, como son las mascarillas, los guantes, las gafas protectoras, etc.
En caso de no disponer de uniformes con estas características, desde Confecciones Este, creemos que lo mejor será la ropa desechable como batas, monos o gorros. Así, con cada uso, nos aseguramos de su completa desintegridad evitando la propagación de enfermedades y previniendo contagios.
Lo más vendido
A pesar de cumplir un año ya del estado de alarma, no podemos olvidarnos de la alta demanda que hubo de mascarillas en los comienzos de esta. El que sea un producto con muy pocas horas de vida y tan fundamental para el día a día por parte de todos los españoles ha hecho que sea lo más vendido en este año.
A su vez, un alto porcentaje de trabajadores se han visto obligados a tele trabajar. Las costumbres, medidas de consumo, relaciones interpersonales y hábitos han cambiado. Las constantes video llamadas, reuniones virtuales y horas y horas en solitario en un mismo espacio de trabajo, han creado en la sociedad una relación diferente con la ropa. Las compras online se dispararon, creando así un muy favorable beneficio para el sector de la moda y el sector textil.
Desde una perspectiva más personal…
– Echando la mirada atrás con respecto a lo que hacíais en 2019, ¿cómo ha cambiado la forma de producción en Confecciones Este? ¿Cuál ha sido el producto más vendido en 2020?
El año 2020 lógicamente ha sido un año muy complicado, el confinamiento produjo prácticamente un parón absoluto en la industria. En esa época tan dura colaboramos con distintas asociaciones e instituciones cortando tapabocas y batas ante la carencia de este tipo de productos.
Cuando en Abril del 2020 se publicó la Norma UNE 0065:2020 de Mascarillas Higiénicas reutilizables hemos confeccionado muchas mascarillas con toda la garantía que ofrece la Norma, cosa muy distinta a la cantidad de mascarillas de tela sin ningún control que hay en el mercado.
– ¿Cómo valoráis los resultados?
Hemos notado un incremento notable en las prendas de Protección Química Tipo 6 que se están utilizando para personal en tareas de desinfección y similares. A pesar de todo ello la facturación se ha contraído lógicamente en aproximadamente un 10% que esperamos recuperar entre este año y el próximo a lo sumo, aun así creemos que el año podría haber sido mucho peor después de parar varios meses.
– ¿La covid19 ha supuesto algún cambio en vuestra forma de trabajar, en los productos que fabricáis o con los clientes?
Nosotros no fabricamos EPIS sanitarios por lo que en este aspecto el COVID no ha representado cambios significativos, lamentablemente al igual que en el mercado sanitario, en el vestuario orientado a la industria hay mucho producto que no cumple con las normas que indica pues su origen no es europeo y por tanto los controles de fabricación son en muchos casos inexistentes.
– ¿Cuál consideras que es la principal ventaja de producir en España las EPIS frente a otros países?
Afortunadamente todos nuestros EPIS se fabrican y certifican en España, incorporan una trazabilidad muy exhaustiva y como toda nuestra gama de productos, se confeccionan en España esto les confiere una garantía adicional y una seguridad en el servicio que no pueden ofrecer otros productos fabricados muy lejos de aquí cuyo servicio depende de muchos factores que son difíciles de controlar.
– ¿Crees que actualmente la población en general valora más el uso de las EPIS dentro del trabajo?
Desgraciadamente aun en determinadas empresas tiene más poder el Departamento de Compras que el de Prevención por lo que hay casos donde el precio es más importante que los riesgos que se deben de prevenir con ese EPI y que requiere el puesto de trabajo al que va destinado.